Prevenir la brucelosis con la ozonoterapia
Una de las enfermedades a la que tanto hombres como animales se exponen es la Brucelosis. Esta es una enfermedad infecciosa que se causa por el contacto con animales portadores de la bacteria “brucella”.
Dentro de los seres humanos, hay grupos más vulnerables a padecer esta enfermedad que se propaga en mayor medida en animales. Entre los grupos de personas más expuestos a padecer brucelosis se encuentran los veterinarios, el personal que trabaja en laboratorios o frigoríficos, los peones de campo y quienes consuman alimentos contaminados.
Sin perjuicio de ser una enfermedad que hay que prevenir y curar, también es un importante factor a considerar en el negocio de la industria ganadera y avícola ya que si los animales contraen esta enfermedad, muchos son los perjuicios que se ocasionarán. Por todo esto, una buena manera de evitar esta enfermedad en las personas y animales es aplicando la ozonoterapia.
A los que desconocían esta enfermedad, os cuento que la brucelosis es causada por la brucella, una bacteria que existe en seis especies distintas (algunos clasifican a la misma en más de seis especies, pero actualmente se acepta la clasificación en seis especies) dentro de las cuales cuatro producen enfermedades en el ser humano. Esta cuatro especies son: Brucella abortus, brucella melitensis, brucella suis y brucella canis.
En lo que respecta a los animales, esta enfermedad ataca a varios, pero los que representan una mayor importancia, por su relevancia económica y algunos por ser alimentos comunes, son los porcinos, ganado ovino, bovino, equino y caprino, entre otros.
La importancia de la ozonoterapia en esta enfermedad radica en sus efectos y poderes para reducir e incluso eliminar los efectos que ésta desencadena. Tan solo ozonizando el agua que se bebe y el agua con la que se limpia, o bien ozonizando el aire, el ozono podrá atacar a la bacteria brucella, y a muchas otras más, evitando que la enfermedad avance.
En lo que concierne a los animales y a la industria avícola y ganadera, estas aplicaciones de ozono conseguirán animales más saludables que permitirán mejores resultados en la calidad y cantidad, por ejemplo, de la carne y la leche.
Imagínense que comer o beber leche proveniente de un animal con brucelosis, equivale a un contagio directo, padeciendo la persona que lo consuma la misma enfermedad. Evitar esta situación no es complejo ni requiere grandes inversiones, todo lo contrario, como hemos mencionado recientemente, con el solo hecho de aplicar la ozonoterapia con la ozonización del agua o del aire, esta enfermedad se evita y también se mejorarán muchos aspectos más por el gran poder bactericida, fungicida y viricida que tiene el ozono.