Reducción de la turbidez del agua gracias a que facilita la coagulación de la materia coloidal que normalmente no es retenida.
Acción decolorante, que unido a lo anterior proporciona al agua un aspecto de transparencia y cristalinidad.
Oxidación de la materia orgánica que se acumula en del agua, restos de alimento degradado, incluyendo toxinas y metales pesados, reduciendo la acumulación.
Destrucción de microorganismos patógenos: bacterias, hongos y virus, elevando la calidad microbiológica del agua, evitando contagios y enfermedades. Ahorro en reactivos purificadores.