Conservación de alimentos


La ozonización de los ambientes y alimentos es altamente eficaz. En las cámaras frigoríficas en general, la ozonización periódica evita la mezcla de
olores e incrementa la conservación de las mercancía almacenada. En las cámaras frigoríficas de frutas y verduras: Los tratamientos periódicos de
choque en estas cámaras permiten regular el helio y con ello la maduración de las frutas, evitando a la vez la putrefacción de las misma.

Los resultados obtenidos en una atmósfera ozonizada se pueden resumir en los
siguientes:

  • Carencia de mohos en alimentos y envases.
  • Conservación más prolongada de los alimentos.
  • Conservación del peso inicial con alto grado de humedad.
  • Mejor calidad interna.
  • Excelente apariencia externa.
  • Pocas mermas por deterioro.
  • Retrasa la maduración de la fruta al actuar rompiendo la molécula de etileno por oxidación. Es sabido que el etileno activa el metabolismo de ciertas
  • frutas acelerando su maduración.

Las dosis de aplicación de ozono en cámaras de frío varían de 0,6 a 1,6 mg/m3, dependiendo de las condiciones de temperatura y humedad y del tipo de producto
a conservar.

En las cámaras frigoríficas de productos cárnicos: La carne es uno de los alimentos más perecederos, por tanto para su conservación y almacenamiento se suele recurrir
al empleo de bajas temperaturas y, cuando el tiempo de almacenamiento es largo, a la congelación.

Al hablar de carnes se está haciendo referencia a toda clase de ellas, pollería, cerdo, ternera, buey y cordero.

En todos los casos se muestra que la aplicación periódica de ozono en cámaras frío previene la aparición de mohos en tiempos de hasta 36 semanas. Las concentraciones de ozono empleadas en la conservación de carnes refrigeradas oscilan entre 1 y 2 p.p.m.

Una sencilla y repetitiva experiencia que demuestra el poder de conservación de carnes del ozono, es la siguiente:

Se parte un pollo en tres trozos, uno de ellos se deja en la nevera, otro se coloca en refrigeración con ozono y el tercero se deja en ambiente ordinario a 20ºC.
Al cabo de 14 días, el tercio dejado al aire libre está en descomposición, el tercio de la nevera si bien se ha conservado tiene considerablemente alteradas sus propiedades organolépticas, mientras que el tercio almacenado con ozono se conserva perfectamente fresco.