El tratamiento con ozono que evita problemas en el cultivo derivados del cloro además de mejorar de una forma muy eficaz los problemas que éste puede ocasionar.
Debido, fundamentalmente, a la escasez de recursos hídricos provocados por las sequías y excesivos consumos y despilfarros así como los elevados caudales de aguas residuales generados se hace necesaria su reutilización para otros procesos como el riego localizado a partir de aguas residuales previamente depuradas.El agua residual debe tener unas condiciones aptas para el riego, es decir, unas concentraciones aceptables de sales minerales además de tener en cuenta la posible presencia de microorganismos, metales pesados, compuestos orgánicos, detergentes nutrientes y en general un gran número de sustancias que no suelen estar presentes en un agua normal.
El empleo del cloro para tratar las aguas residuales anteriormente al regadío es una buena manera de corregir los parámetros problemáticos a unos niveles adecuados. Sin embargo, en los últimos años la tendencia es hacia nuevos tratamientos como la radiación ultravioleta y sobre todo, el tratamiento con ozono que evita problemas en el cultivo derivados del cloro además de mejorar de una forma muy eficaz los problemas que éste puede ocasionar.