El OZONO aplicado a las embotelladoras reduce de manera considerable los costes en consumo de agua, energía y productos químicos, tales como desinfectantes, contribuyendo con ello a una mejora de la sostenibilidad ambiental. También aporta un ambiente más puro y fresco, lo que se traduce en una mayor calidad de vida, ya que elimina en el ambiente los contaminantes de origen orgánico e inorgánico creando una atmósfera más agradable y limpia, evitando sufrir los trastornos típicos de las bodegas como son:
- OFTALMOLÓGICOS: Conjuntivitis, lagrimeo, escozor de ojos,irritación de las mucosas, etc.
- NEUROLÓGICOS: Jaquecas, mareos, etc.
- RESPIRATORIOS: Faringitis, alergias, gripes, resfriados, etc. Está mundialmente reconocido que las aplicaciones adecuadas de OZONO tienen una acción BACTERICIDA, GERMICIDA, VIRUCIDA, FUNGICIDA y DESODORANTE; destruyendo con gran rapidez estreptococos, estafilococos, colibacilos, etc., así como las más enérgicas toxinas difterianas y tetánicas. Recuperación de barricas a través de Ozono. Por todo el sector es bien conocido el problema que actualmente existe con el deterioro de las barricas de roble y que inciden negativamente en la calidad de los vinos que en ellas se crían.
Este envejecimiento, a nuestro juicio, prematuro viene determinado por la interrelación de varios factores a saber:
- Formación de depósitos de bitartratos.
- Desarrollo bacteriano.
- Reducción progresivo de la capacidad de oxidación.
- Disminución de la aportación de sustancias agradables, al vino.
Estos factores no son independientes, sino que unos son consecuencia de los anteriores y los primeros llevan a los siguientes en una cadena secuencial. Tal situación incide, en la calidad del vino que se ve mermada por la disminución de la micro-oxidación que redunda en la estabilización del color, así como la disminución en la aportación de sabores propios de la madera de roble, sin olvidarnos de la proliferación de depósitos de bacterias de difícil eliminación ya que se ocultan en la estructura interna de la madera y aparecen cuando las barricas están en pleno proceso de crianza contaminando el vino y provocando un aumento de la acidez del mismo. Por ello, la industria vinícola se ve obligada a renovar cada 5 o 10 años según los casos, la práctica totalidad de su dotación de barricas. Este hecho genera unos gastos directos enormes, repercutiendo muy negativamente en la cuenta de resultados de cualquier empresa vinícola.
Las prácticas tradicionales incluyen la destrucción de los barriles contaminadoso el tratamiento de los mismos, si bien algunos tratamientos pueden eliminar laesencia del roble.
El tipo de barril, su antigüedad y el nivel de contaminación microbiana determinan la concentración de ozono disuelto que se requiere para el lavado y también la duración del lavado. El tiempo de lavado puede variar entre 2.5 y 10 minutos.
En general el lavado de barriles, consiste en un proceso de dos etapas fundamentales:
- Lavado con agua caliente a alta presión para disolver los tartratos, abrir losporos de la madera y dejar limpio el barril.
- Lavado con agua ozonificada para desinfectar y cerrar los poros.
Es importante aclarar que el saneamiento o desinfección con ozono en barriles,no es un método de esterilización, ya que la madera tiene porosidades a lasque el ozono no tendrá acceso; todas las viñas que utilizan ozono en susprocesos de lavado de barriles, esta pensado para el control de losmicroorganismos; el proceso de vinificación es un arte que requiere organismosvivos.