Enfermedad periodontal
Las enfermedades bucales, para muchas personas, son un tipo de enfermedades que preferirían no tener nunca, ya que suelen generar importantes dolores de cabeza. Para evitar estas enfermedades, la prevención e higiene bucal son vitales. Solo de este modo se impedirán el desarrollo de infecciones causando esos molestos dolores que exigen la asistencia a un dentista u odontólogo.
Una de las enfermedades bucales es la enfermedad periodontal. Esta enfermedad está presente desde hace muchísimos años y se extiende por todo el mundo. Tanto pequeños, jóvenes como adultos pueden presentar esta enfermedad periodontal.
A su vez, esta enfermedad se suele dividir en enfermedad periodontal inflamatoria crónica, llamada gingivitis, y la destructiva crónica, conocida como periodontitis. La gingivitis se trata de la inflamación de los tejidos superficiales que rodean al diente, es decir del periodonto de protección que se caracterizan por el enrojecimiento de las encías, las cuales se inflaman y sangran fácilmente. En cambio, la periodontitis es la extensión de dicha inflamación hacia el periodonto de inserción donde los dientes se tornas más móviles y pueden perderse.
Estas enfermedades tienen lugar por la acción de la placa bacteriana; los productos antigénicos, enzimas, toxinas, endotoxinas de los microorganismos de la placa dentobacteriana y de la microbiota subgingival. Este conjunto de organismos primero ataca al periodonto de protección y luego va avanzando con un proceso destructivo hasta al hueso llegando al periodonto de inserción afectando, de esta forma, la permanencia del diente en su alveolo.
Generalmente, la gingivitis se presenta más en las personas jóvenes, en tanto que la periodontitis ataca mayormente a personas mayores de 35 años.
En nuestros días, esta enfermedad periodontal se caracteriza por ser una afección inmunoinflamatoria crónica, dada por la ruptura del epitelio de unión, pérdida de la inserción conectiva, supuración y disminución del soporte óseo, el cual conduce a que se formen bolsas y haya movilidad dentaria, llegando en algunos casos a alcanzar la pérdida del diente.
Incluso el diente al separarse de las encías (las cuales se irritan por las toxinas que se producen por las bacterias de la placa) y dar lugar a las bolsas periodontales, hace que existan más toxinas y bacterias, las cuales agravan la situación y tienen más poder para destruir al hueso que sostiene al diente.
Se estima que en la cavidad bucal existen más de 6.000 millones de microorganismos y más de medio millón de especies diversas que son potencialmente patógenos y que empeoran la enfermedad periodontal. Como hemos mencionado anteriormente, la placa bacteriana es la principal causa que origina esta enfermedad, pero también se relaciona con el estilo de vida que lleve la persona: nutrición, hábitos, higiene, influencia ambiental, etc.
Para evitar esta enfermedad, lo mejor es la prevención. Una buena limpieza bucal y buenos hábitos es indispensable. En caso de que la enfermedad periodontal ya esté presente existen algunos tratamientos específicos. Desde nuestro blog os hablaremos, en el próximo post, sobre los tratamientos de ozono en la enfermedad periodontal, tratamientos que han demostrado ser muy efectivos.